ORZUELOS

Un orzuelo es una infección común del párpado que puede causar dolor, hinchazón y molestias. Aunque generalmente no es grave, es importante seguir ciertos cuidados para aliviar los síntomas y prevenir la propagación de la infección. Aquí te presentamos cinco recomendaciones:

1. Mantén las manos limpias antes y después de tocar el ojo afectado

La higiene es crucial cuando se trata de una infección ocular. Antes de tocar el ojo afectado, asegúrate de lavarte bien las manos con agua y jabón. Esto ayudará a prevenir la introducción de bacterias adicionales que podrían empeorar la infección. Después de tocar el área afectada, lávate las manos nuevamente para evitar la propagación de bacterias a otras partes del cuerpo o a otras personas.

2. No compartas toallas y pañuelos

Para evitar la propagación de la infección a otras personas, es fundamental no compartir artículos personales como toallas y pañuelos. Opta por pañuelos desechables y deséchalos adecuadamente después de usarlos.

3. Evita apretar el orzuelo, suelen reventar por sí solos

Aunque puede ser tentador apretar o exprimir el orzuelo para liberar el pus y aliviar la presión, es importante resistir la tentación. Apretar el orzuelo puede agravar la infección y causar cicatrices. Si el orzuelo no mejora o empeora, consulta a un profesional de la salud.

4. Mientras estés con el orzuelo, no utilices maquillaje ni lentillas

El uso de maquillaje y lentes de contacto puede irritar aún más el ojo afectado y retrasar la recuperación. El maquillaje puede introducir más bacterias y las lentes de contacto pueden causar fricción y empeorar la hinchazón.

5. Pon una toallita caliente sobre el párpado durante 15 minutos, 3-4 veces al día

Aplicar calor húmedo es una de las mejores maneras de aliviar el dolor y acelerar la curación de un orzuelo. Utiliza una toallita especial para ojos e introdúcela en agua caliente (pero no hirviendo), sácala de su envase y colócala sobre el párpado afectado durante 15 minutos. Repite este proceso 3-4 veces al día. El calor ayuda a disolver el pus y permite que el orzuelo se drene de manera natural. Además, puede reducir la hinchazón y aliviar las molestias.

El manejo adecuado de un orzuelo requiere una combinación de buena higiene, paciencia y cuidados específicos. Siguiendo estos cinco consejos, puedes facilitar una recuperación rápida y prevenir la propagación de la infección.

Recuerda que, si los síntomas persisten o empeoran, es importante buscar atención médica.